martes, 20 de agosto de 2019

La artrosis cervical, ¿qué es exactamente?


La artrosis cervical es una de las principales causas de dolor cervical que suele aparecer a partir de los 50 años. Suele producirse cuando hay una degeneración o lesión en el cartílago de las articulaciones de la columna vertebral. Esta afecta de forma directa a la parte superior de la columna, a las cervicales C5-C6 y a las C6-C7.



El dolor de cuello es el principal síntoma  para poder identificar  esta dolencia que surge cuando se realizan determinados movimientos. La rigidez en el cuello y la limitación de movimientos así como alteraciones visuales, dolor de cabeza y crujimiento del cuello cuando se mueve la zona, son otros de los síntomas para poder detectar la artrosis cervical.




¿Cómo podemos evitar el dolor cuando se padece? Es primordial poder evitar movimientos y posturas forzadas y, sobre todo, aquellos que afectan a la columna cervical.  Cuando se duerme hay que escoger una almohada baja y que nos resulte cómoda a nosotros mismos, que notemos que nuestra cabeza y cuello se encuentren relajadas y sin forzar la postura.



Por supuesto, lo mejor es acudir al fisioterapeuta para que pueda tratarnos la dolencia y aliviar el dolor que nos produce. Al mismo tiempo, se recomendarán unos ejercicios que ayuden a fortalecer la musculatura de la zona y hará que esta lesión o dolencia se repita en mucha menor medida.





lunes, 12 de agosto de 2019

Síndrome femoropatelar


Hoy traemos un nuevo artículo donde nos vamos a adentrar en el síndrome femoropatelar e intentar definirlo de la mejor manera posible. Este es un conjunto de síntomas que se presentan juntos en un cuadro patológico, y no hay causa exacta de los mismos ya que puede variar su origen dependiendo de la persona.

Éste, también conocido como síndrome del dolor anterior de la rodilla se produce por un desequilibro entre la musculatura medial y la lateral de la pierna. El control de la posición de la rótula hacia el medial o lateral es por el vasto externo e interno.  El diferente tamaño que hay entre un músculo y otro hace que el vasto externo gane lateralizando la rótula y, por tanto, aumenta la fricción que se hace en el cóndilo lateral del fémur.  Justo por ello, se le puede denominar condromalacia, por la fricción que se ejerce y el desgaste excesivo del cartílago sinovial que hace que la rótula se deslice ligera y suavemente sin sentir dolor.



Esta lesión puede presentarse con inflamación, rigidez, dolor intenso y enrojecimiento.  La solución para esta es el tratamiento fisioterapéutico, donde se realiza un estudio y análisis de la sintomalogía para poder establecer cuál es el origen de la misma y, con ello, poder establecer el tratamiento correcto y necesario.







martes, 6 de agosto de 2019

Síndrome del hombro congelado o capsulitis retráctil


Hoy vamos a hablar de una dolencia bastante desconocida para la población y que tiene mucho que ver con la capacidad de movimiento del hombro y, no con la temperatura, pese a lo que su nombre simula.

El síndrome del hombro congelado se identifica como ‘capsulitis adhesiva del hombro’ o ‘periartritis del hombro’. Se caracteriza por ser un dolor intenso en el hombro con dificultad de movimiento y una rigidez que se parece a la de un objeto congelado. Es algo desconocida porque sólo la sufre entre un 3 y un 5% de la población y es mucho más común en mujeres que en hombres, con una franja de edad de entre 40 y 70 años.





Como hemos comentado, no hay una causa evidente para padecer el síndrome del hombro congelado pero sí que está asociado con la diabetes, la menopausia, el Parkinson, enfermedades cardiovasculares, el hipertiroidismo o el hipotiroidismo. Se caracteriza este síndrome porque se genera una tensión de la cápsula articular que rodea la articulación del hombro creando adherencias, que hacen que el movimiento natural del músculo sea más complicado y difícil de llevarse a cabo. Esto genera un intenso dolor que, a medida que va pasando el día y llega la noche, es todavía más fuerte y doloroso.




Como consejo de profesionales en fisioterapia, si te sucede o notas algún dolor o mínimo síntoma en la zona del hombro, no dudes en venir a Centro de Fisioterapia Alfonso Calvo para que podamos poner solución y remedio inmediato y poder comenzar un tratamiento adecuado al síndrome del hombro congelado.













domingo, 4 de agosto de 2019

¿Salir a correr y dolor lumbar? Consejos para evitarlo



En muchas ocasiones, aquellas personas que salen a correr o, como ahora se le conoce, running, sienten dolor en la espalda y más concretamente en la zona lumbar. Aquí no importa la forma física, la edad o si se practica con regularidad o no deporte; la espalda es la zona que más se resiente con la práctica deportiva.



¿Por qué ocurre esto? Pueden ser por diversas causas, como por ejemplo la postura que se adopta mientras trabajamos o estudiamos, la forma en la que levantamos un peso del suelo o, incluso, el colchón en el que dormimos. Todo ello es muy importante y afecta de forma directa a la salud de nuestra espalda, tanto cervicales como lumbares.

Salir a correr es una práctica de siempre, de toda la vida, y que ahora se encuentra más en auge que nunca; ya que es un ejercicio apto para cualquier persona y edad y, sobre todo, para cualquier momento o lugar. Es sencillo y cada uno conoce sus niveles y su estado para poder llevarlo a cabo sin tener ningún problema. Pero, correr de forma inadecuada puede traducirse en lesiones en las extremidades inferiores y en la zona lumbar.  





Por eso mismo desde Centro de Fisioterapia Alfonso Calvo os vamos a dejar una serie de consejos y medidas para que podamos poner remedio a estos dolores y prevenir ante las posibles lesiones cuanto antes:

1-    Usa el calzado adecuado. No solamente sirve para evitar dolores en los pies si no  para que nuestro cuerpo y nuestra columna se encuentren en la postura correcta y no se vean afectados por una mala pisada o una mala caída con el impacto.
2-    Cambia la técnica de la carrera. Por costumbre, cuando se sale a correr, se talonea en exceso, esto es: el primer contacto con el suelo lo hace el talón, lo que devuelve este impacto a la columna vertebral de forma directa. Intenta apoyar la zona media del pie o la punta, para amortiguar la caída y el impacto de la forma adecuada y que las lumbares no se resientan tanto.
3-   Postura corporal. Hombros relajados y no pegados al cuerpo, movimientos con ligera y no con rigidez.
4-   Calentamiento y estiramientos. Lo decimos siempre y hoy no podía ser menos. Prepara tus músculos para la práctica deportiva y estira posteriormente a la misma.