El esguince de tobillo es una lesión que se produce en los
ligamentos del tobillo tanto de la parte externa como de la interna. Los
ligamentos, unen o conectan un hueso con otro y ayudan a mantener sujetas las
articulaciones. Por ello, el esguince se produce cuando uno de estos se estira
o rompe parcialmente y, hablaríamos de esguince grado I, II y III. El esguince
de grado I consiste en un estiramiento y/o ruptura de pequeñas fibras. En el
esguince grado II, la rotura ya es mayor y se considera una rotura parcial del
ligamento. En la rotura de grado III el ligamento se rompe completamente.
¿Por
qué suceden los esguinces?
Los
esguinces son más comunes de lo que pensamos pero es la gravedad del mismo lo
que hace que nos afecte más o menos. El más frecuente es el esguince del
ligamento peroneo-astragalino anterior que está en la zona externa del tobillo.
Este se producee cuando el pie gira hacia dentro y estira de forma pronunciada
o excesiva los ligamentos de la parte exterior del tobillo.
Bien
es cierto que suele ser más frecuente que ocurra en deportes que impliquen
saltar o correr de forma rápida, pronunciada
y constante, cambios de dirección rápidos y repentinos, correr o caminar por
superficies irregulares, resbalones, pérdida de equilibrio e, incluso, por el
cambio brusco de pisada en el bordillo de la acera.
Cabe
señalar que cuando uno ha padecido ya esguinces es más frecuente que vuelva a
sucederle y, sobre todo, si el anterior no ha sido bien curado la zona sigue
estando muy débil y es propensa a ello.
Un
esguince es muy doloroso y, en ocasiones, llega a impedir el movimiento del
tobillo. Al mismo tiempo también se inflama la zona del mismo al poco tiempo de
producirse la lesión.
El
reposo, el hielo y el vendaje en la zona suele ser lo mejor para estos casos
pero, sobre todo, visitar al fisioterapeuta de manera que pueda evaluar la
gravedad de la lesión
No hay comentarios:
Publicar un comentario