Describimos el latigazo cervical como las fuerzas
de aceleración y desaceleración que se producen en el cuello, por ejemplo, con
un traumatismo por una caída o una colisión con el coche. Lo que sucede, por lo
general, es la pérdida de la movilidad del cuello y, cuando se intenta, un
dolor profundo e intenso. También se
puede asociar el latigazo cervical con el reclutamiento muscular de la zona del
cuello y de la escápula, que van relacionados con la columna cervical y
provocando un patrón inadecuado a la hora de activar la musculatura de la zona.
El latigazo también puede producir sensación de
mareo debido a una disfunción en el sistema sensomotor, ya que es el que se
encarga de reconocer la posición de la cabeza respecto al tronco y al espacio
de nuestro alrededor.
Los síntomas más comunes son el dolor de cuello,
dolores de cabeza, mareos, impedimento de movimientos, rigidez cervical y dolor
en el brazo. Es por ello por lo que es
importante acudir al especialista para que este sea tratado de la forma
correcta y no se vuelva a repetir o, al menos, los síntomas no lo hagan.
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