La hidroterapia es una técnica que hoy en día se
utiliza muy a menudo en la recuperación de las lesiones y por ello hemos
decidido adentrarnos un poquito en ella y explicaros más sobre la misma. Lo
primero que hay que señalar es que cuando se sufre una lesión de gravedad, los
deportistas piensan en cuándo van a poder estar de nuevo a su máximo nivel para
poder volver a la competición y perder los menos días posibles.
Para ello, para poder acelerar el proceso de
recuperación el agua se utiliza como elemento recuperador funcional. En el agua
la persona lesionada puede trabajar con un porcentaje de descarga mayor o
menor, dependiendo de la gravedad de su lesión y, sobre todo, de en qué fase se
encuentre esta. Pero el peso aparente es muy importante y el medio acuático lo
tiene. Este se caracteriza por la diferencia entre el peso del cuerpo sumergido
y el empuje del agua, por lo que una persona cuyo peso sea de 100 kilos, dentro
del agua sólo pesará 50 kilos. Esto significa que, ya no es que se pese menos,
si no que dentro del agua se pueden realizar ligeros movimientos de las zonas
lesionadas que fuera del mismo es imposible; por lo que esto en la recuperación
es muy bueno.
Es una técnica que en los futbolistas de élite se
utiliza de forma frecuente y que se caracteriza por tener tres fases de
recuperación que depende de la etapa en que se encuentre el proceso de
recuperación y, por ello, variará dependiendo de la lesión, la fase y el propio
lesionado:
-
La fase aguda, que ayuda a reducir la
sintomatología lesional
-
La fase intermedia que se caracteriza porque se
fortalecen los músculos, se busca una estabilidad en las estructuras dañadas y
se comienza con el trabajo acíclico.
-
La fase final en la que se sube la intensidad del
trabajo.
Una técnica que cada vez es más usada en los
deportistas de élite, sobre todo, en los futbolistas para que puedan tener una
pronta recuperación y no pierdan competiciones importantes.
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