Hoy le toca el turno a otro
deporte muy popular y en el que, por supuesto, también se producen lesiones.
Así que vamos a detallaros cuáles son las más frecuentes cuando se juega a
baloncesto.
En el tobillo hay que señalar,
por supuesto, el esguince. Pero en esta ocasión sería el esguince del ligamento
lateral externo, que es el que se encarga de dar estabilidad a la articulación
para que el pie no haga inversión. Como todos los esguinces también hay grados,
donde el uno sería una ligera distensión y el tres la rotura completa. ¿Cuándo
se produce? Suele ser habitual cuando se cae de un salto o cuando se pisa a
otro compañero; aunque también es frecuente que se den cuando se hace un brusco
cambio de dirección en una jugada. Es una lesión delicada donde la recuperación
oscila entre las 3 semanas y los 5 meses dependiendo del grado del mismo y
donde el papel del fisioterapeuta es imprescindible.
El Tendón de Aquiles sufre mucho
en el baloncesto y la degeneraicón del mismo es otra de las lesiones más
comunes de este deporte. Se produce un engrosamiento en el tendón y su
recuperación es lenta.
Pasamos a la rodilla, una de las
articulaciones que más sufre en este deporte y en cualquiera, la verdad. El
Ligamento Cruzado Anterior es el que estabiliza la rodilla y evita que la tibia
pueda desplazarse por lo que una rotura del mismo es una lesión muy
importante. Esta lesión se produce
cuando se realiza la torsión de rodilla fijando el pie en el suelo junto con
una flexión, como hemos explicado en anteriores artículos. El papel tanto del
traumatólogo como del fisioterapeuta es básico e imprescindible y la recuperación de esta lesión es entre 6 y
8 meses.
La rotura de menisco suele producirse cuando en la pierna se nota un
pequeño o ligero pellizco cuando se realiza una torsión de la misma.
Otra lesión a destacar sería la Tendinopatía Rotuliana, que es similar
a la que ocurre en el tendón de Aquiles pero en esta ocasión en el tendón
rotuliano que une la tibia con la rótula
El hombro también sufre en este
deporte y una lesión muy frecuente es la luxación
de hombro que se caracteriza por ser
la pérdida de congruencia articular. En esta lesión la cabeza del húmero se
desplaza hacia delante o hacia atrás y se sale de la articulación. Una caída
suele ser el motivo de que esta ocurra.