Se podría
definir a los calambres musculares como espasmos dolorosos que se producen
mientras se práctica deporte o ejercicio o después del mismo e, incluso, se
pueden dar mientras dormimos.
Estos se
producen cuando el músculo se contrae al máximo y se pone rígido. Los
calambres musculares, en general, suelen
afectar a tres grupos de músculos:
- parte delantera del muslo (cuádriceps)
- parte trasera del muslo (isquiotibiales)
-parte interna del muslo (aductores)
- pantorrilla (gastrocnemios)
-musculatura de la planta del pie (flexores de los dedos)
Los calambres
musculares se suelen caracterizar, como hemos dicho anteriormente, por espasmos
y dolor en el músculo que lo sufre y que suele remitir a los pocos segundos y
el músculo puede estar sensible durante las 24 horas posteriores al mismo.
¿Qué causa el calambre?
No hay una causa
certera de por qué ocurren los calambres pero se pueden señalar los siguientes motivos como
posibilidad de padecer calambres musculares:
·
Esfuerzo excesivo de una zona o músculo en
concreto en algún movimiento debido a un aumento del tono muscular en esa zona
concreta
·
Deshidratación
·
Falta de sodio y/o potasio (relacionado con la
deshidratación)
·
Problemas circulatorios principalmente en cuanto
al retorno venoso
La primera de
estas causas, el esfuerzo excesivo, se considera que es el principal motivo
para padecerlos y, por ello, después de una maratón o una prueba física de alta
intensidad se suelen padecer o, por norma, se suele estar más expuestos a
padecerlos. Por ello mismo es muy importante tomar las medidas adecuadas de
recuperación.