domingo, 7 de julio de 2019

La rizartrosis


No, no nos hemos vuelto loco con nuestro título que es el nombre de una sintomalogía, más concretamente podríamos decir que es como se conoce a la artrosis del pulgar. Esta se caracteriza porque, como su nombre ya indica, se produce en el pulgar, entre el primer metacarpiano y el hueso trapecio. Tiene lugar por la degeneración del cartílago, que es el que ayuda a las articulaciones a que se muevan con facilidad y, si este se encuentra dañado hace que los huesos se froten entre sí, lo que supone un dolor constante y agudo.




Estamos hablando de una afectación que es más común en mujeres que hombre y que se da a una edad más adulta. Es una lesión que, a la larga y mientras avanza su desarrollo, es incapacitante para la vida diaria de la persona afectada ya que es la función pinza y prensa de la mano la que se encuentra perjudicada.


Algunas de las posibles causas de esta lesión son:
-      Anteriores lesiones que han podido deteriorar el cartílago como fracturas o esguines
-      Genética. Esta puede ser hereditaria.
-      Movimientos que se repiten constantemente en nuestra rutina diaria
-      Uso excesivo del móvil
-      Una posible desalineación en la articulación por descompensación de los músculos extensores y flexores.



La artrosis del pulgar tiene una sintomalogía más bien característica donde podríamos señalar:

·        Dolor agudo y pronunciado en la práctica de algún movimiento donde entra en principal participación en dedo pulgar como, por ejemplo, abrir con la llave la puerta de casa.
·        Dificultad a la hora de sujetar determinados objetos.
·        Inflamación y rigidez de la articulación así como dolor, tanto en movimiento como en reposo.
·        Movimientos limitados.




Una lesión de este tipo debe ser tratada cuanto antes para, de esa manera, poder frenar la progresión de la misma y realizar ejercicios determinados en la zona para que su movilidad y dolor no sean tan determinantes.







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