Los tendones peroneos son aquellos que
encontramos en la cara lateral o externa del tobillo y que uno pertenece al
músculo peroneo largo y el otro al corto. Estos tendones se caracterizan porque
van desde el maléolo lateral del tobillo hasta llegar al quinto dedo del pie,
que es el peroneo corto; y, atravesando el arco del pie hasta la parte inferior
del mismo, que es el peroneo largo. La función principal de que estos tienen es
mover el tobillo, aportar la movilidad normal y cotidiana a la articulación del
mismo, así como estabilidad.
¿Por qué hablamos de dos tendones? Porque uno
es más superficial que el otro, es decir, el peroneo largo está por encima del
corto. Y, también porque el largo cruza en oblicuo la planta del pie para
llegar al primer cuneiforme y al primer metatarsiano.
Una vez explicado esto podemos señalar que,
como en otros casos, la tendinitis de estos se debe a la inflamación de los
tendones. Estos se inflaman a menudo por el exceso de uso, es decir, en
deportes como el tenis, voleibol o
fútbol que están constantemente activos y también en los corredores ya que los
tienen en tensión.
También cabe señalar que si se han tenido
esguinces en el pasado se está más expuesto a padecer este tipo de lesión ya
que los tendones laterales se encuentran en mucha más tensión porque trabajan
mucho más y esto es una de las causas de padecer la tendinitis: sobre esfuerzo
de una zona.
Una tendinitis debe ser bien curada, como
todo, para que no se suceda rápidamente y, además, el profesional de la
fisioterapia te aconsejará de la mejor manera sobre ejercicios y estiramientos.
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