La lumbalgia o patología de la zona
lumbosacra es muy común entre las personas que practican ciclismo, tengan el
nivel que tengan. Esto sucede por la interacción entre la bicicleta y el cuerpo
del ciclista, ya que este último cargará todo su peso en 5 puntos de apoyo: las
manos en el manillar, los pies en los pedales y el sillín, que es donde más
peso recae. Esto lo que ocasiona son
cambios en las curvaturas del raquis y tensiones ligamentosas.
Hay una serie de factores de riesgo externos
como la talla o altura de la bicicleta, su geometría, la forma de pedalear,
etc. La propia interacción con el sillín de la pelvis es muy importarte por la
talla, forma y anchura del mismo, ya que puede ayudar o entorpecer la
adaptación de la columna lumbosacra. Esta determinada posición es opuesta a la
curvatura fisiológica que tenemos y es la que puede producir cifosis lumbar,
tanto a nivel iniciación como en ciclistas experimentados y profesionales.
También el sedentarismo, poca musculatura o
dismetrías anatómicas en los miembros inferiores pueden hacer que se sufra
lumbalgia; así como el no calentamiento o preparación previa de la zona a la
práctica deportiva.
Una dismetría funcional o real provoca en ocasiones
alteración del movimiento del miembro inferior que provoca inestabilidad en la
pelvis durante el pedaleo que puede ocasionar que la caída de la pelvis hacia
ese lado se produzca cada vez que desciende el pedal homolateral y que, en repetidas ocasiones, puede generar
dolor lumbar.
Por ello mismo ante la mínima molestia,
recuerda que es muy importante visitarnos y poner remedio cuanto antes para que
este no se agrave.
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